Significados de:
Educación:
1. f. educación que se imparte a personas afectadas de alguna anomalía mental o física que dificulta su adaptación a la enseñanza ordinaria.
1. f. Conjunto de disciplinas y ejercicios encaminados a lograr el desarrollo y perfección corporales.
Educar:
2. tr.
Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del
niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.. Educar la inteligencia, la voluntad.
5. tr. Enseñar los buenos usos de urbanidad y cortesía.
Si analizamos las palabras en su sentido más literal, dejándonos de partidismos, nos encontramos que ante la nueva ley, la LOMCE, se refuerza, sin lugar a dudas, uno de los varios significados de la Educación, y no es más que el adoctrinamiento. Y deja como menos influyentes otras acepciones e igual de importantes dentro del concepto de la Educación.
Anteriormente a la implantación de la LOMCE, ya ocurrían desigualdades entre todos sus puntos, pero a partir de estos momentos se evidenciarán más.
La Educación como concepto, y aplicado a nuestros hijos en este caso, ha de buscar el equilibrio entre todos sus significados. Ese es el objetivo que deberían de haberse planteado los gobernantes, y no priorizar algunas por otras. En el momento en que se desequilibran, se crearan fuertes tensiones en un futuro más o menos cercano, pues siempre habrán diferentes modelos educativos en que los padres buscaremos, inconscientemente, el compensar la pérdida del equilibrio causado por la LOMCE. Lo cual, si no está bien elaborado interiormente, y que nuestros arquetipos nos lo suelen impedir por más que lo intentemos, crearan desigualdades sociales a largo plazo, más aún que las que existen actualmente.
El objetivo de la Educación ha de ser para cada niño el de evolucionar según sus capacidades, y la sociedad en su conjunto crear aquellos mecanismos que le faciliten dicho proceso, y mejorarlo si cabe, porque al fin y al cabo, nuestros hijos, son los que serán capaces de cambiar el mundo a mejor si se lo facilitamos.
El futuro de nuestros hijos, es nuestro presente. Y nuestro presente, es su futuro.
Si analizamos las palabras en su sentido más literal, dejándonos de partidismos, nos encontramos que ante la nueva ley, la LOMCE, se refuerza, sin lugar a dudas, uno de los varios significados de la Educación, y no es más que el adoctrinamiento. Y deja como menos influyentes otras acepciones e igual de importantes dentro del concepto de la Educación.
Anteriormente a la implantación de la LOMCE, ya ocurrían desigualdades entre todos sus puntos, pero a partir de estos momentos se evidenciarán más.
La Educación como concepto, y aplicado a nuestros hijos en este caso, ha de buscar el equilibrio entre todos sus significados. Ese es el objetivo que deberían de haberse planteado los gobernantes, y no priorizar algunas por otras. En el momento en que se desequilibran, se crearan fuertes tensiones en un futuro más o menos cercano, pues siempre habrán diferentes modelos educativos en que los padres buscaremos, inconscientemente, el compensar la pérdida del equilibrio causado por la LOMCE. Lo cual, si no está bien elaborado interiormente, y que nuestros arquetipos nos lo suelen impedir por más que lo intentemos, crearan desigualdades sociales a largo plazo, más aún que las que existen actualmente.
El objetivo de la Educación ha de ser para cada niño el de evolucionar según sus capacidades, y la sociedad en su conjunto crear aquellos mecanismos que le faciliten dicho proceso, y mejorarlo si cabe, porque al fin y al cabo, nuestros hijos, son los que serán capaces de cambiar el mundo a mejor si se lo facilitamos.
El futuro de nuestros hijos, es nuestro presente. Y nuestro presente, es su futuro.
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